Contexto del método S.T.A.R.

El método S.T.A.R. (estrella en inglés) corresponde a las siglas del acrónimo: Situación (Situation), Tarea (Task), Acción (Action) y Resultados (Results). Su principal aplicación o utilidad viene de evaluar comportamientos y competencias de entrevistados para poder tomar decisiones más acertadas durante el proceso de selección.

Esa capacidad de estructurar y sintetizar el contenido la consideramos esencial para esta época digital. Incorporando aprendizajes y técnicas de una rama de recursos humanos hasta otra muy distinta, podemos resolver este problema de sobrecargar de información en proyectos.

Con el método S.T.A.R. se busca seguir una secuencia sistematizada para preparar, realizar y resumir cada una de las etapas de un proyecto.

Además, desde el punto de vista del cliente, se busca definir y entender bien las capacidades del realizador del proyecto. Desde la perspectiva del realizador, constituye una herramienta y «receta» para realizar y documentar el proyecto.

Explicación del método S.T.A.R.

El método S.T.A.R. es relativamente fácil de implementar y recordar, por lo fácil que es recordar «estrella» en inglés. Cada fase tiene un objetivo y se puede resumir con unos conceptos clave.

  • Situación: Una situación contextual. Es decir, describe un momento previo proyecto, cómo se realizaban las tareas anteriormente o el historial de la empresa.
  • Tareas: De esta situación se deducen y diseñan varias tareas a realizar. Son las responsabilidades y entregables diseñadas durante el principio de la situación.
  • Acción: Resume el conjunto de tareas y acciones realizadas. Muchas veces difieren de las tareas iniciales por complicaciones y apariciones de conceptos que no tuvimos en cuenta.
  • Resultado: Consecuencias de las acciones/tareas realizadas. Debería contener obligatoriamente datos objetivos que cuantifiquen los resultados. Adicionalmente, puede contener temas subjetivos como legado, opiniones…

Resultados del método

El resultado de implementar una técnica así permite sistematizar y organizar la gestión de proyectos. Ya sea un proyecto grande que emplee un resumen y luego estructuras más complejas (cómo un WBS) o uno pequeño tan solo con una lista.

Nuestro punto de vista es (en la medida de lo posible) sistematizar y escalar lo variable y creativo. La creatividad y resolución de proyectos no se puede automatizar, pero sí se pueden crear «contenedores de trabajo», sistemas variables que contemplen cualquier complejidad.