Probadores virtuales: la salvación de muchos negocios

Debido a la situación global de emergencia sanitaria y al distanciamiento social que conlleva, muchos negocios han tenido que reinventarse.
Los restaurantes se sustentan en los pedidos online, las tiendas de muebles hacen visitas guiadas por videollamada y, ahora, las tiendas de ropa y maquillaje ofrecen probadores virtuales. Todo esto ha llevado las compras online un paso más allá.

La problemática

Muchos sectores, como el de la gastronomía, ya estaban acostumbrados a los pedidos online. Y aunque algunos han tenido que comenzar esta nueva experiencia a partir de la situación actual, la forma de hacerlo ya estaba casi asentada en su mundillo.

El sector de la moda, sin embargo, ha sido uno de los más golpeados. Pese a que casi todas las tiendas ya disponían de la opción de compra online, los consumidores suelen preferir probar las prendas físicamente. Las dificultades financieras afectan a toda la cadena, desde los agricultores que cultivan las fibras utilizadas en los textiles hasta los vendedores de cada local

Esta crisis está afectando de forma aún más contundente al negocio del maquillaje. La ropa que adquieres de forma online puedes devolverla si no te gusta una vez probada en casa, pero el maquillaje, por motivos de higiene, no puede ser devuelto. Por lo tanto, si pides un pintalabios que finalmente no te convence o una base de maquillaje que no es tu tono, no tienes más remedio que quedártela. El miedo a “perder el dinero” hace que este sector se vea duramente castigado.

La tecnología ha sido la solución: probadores virtuales

El maquillaje

Las empresas de este sector han encontrado una solución en el uso de la inteligencia artificial y la realidad aumentada. Gracias a estas tecnologías han podido crear unos probadores virtuales que permiten ven, en tiempo real, cómo nos quedarían los productos que deseamos.

Estos probadores actúan como un filtro sobre el rostro. Tan solo hay que activar la cámara frontal del móvil u ordenador y elegir qué probar. Grandes marcas como NYX, Lancôme o L’Oreal Paris ya tienen sus propios probadores virtuales en funcionamiento.

La pionera en este tipo de servicio fue la marca Benefit que ya llevaba unos meses haciendo uso de él. Desarrollaron un sistema con el que probar diferentes diseños de cejas:

Las gafas

Usando las mismas tecnologías anteriormente mencionadas, el sector óptico ha encontrado en ellas su alivio. De manera muy sencilla puedes probar las diferentes monturas en tiempo real para decidir cuál comprar.

El caso de GreyGlasses es un claro ejemplo de cómo tener las ideas y tecnologías adecuadas puede darte una gran ventaja frente a tus competidores. Esta marca de gafas madrileña tenía disponible en su web, desde hacía más de un año, un servicio de realidad virtual para probar sus diferentes modelos. Al tener este servicio ya implementado y ser de los pocos que lo ofrecían al comenzar el estado de emergencia sanitaria, sus ventas aumentaron un 40%.

probadores virtuales

La nueva normalidad

Los probadores virtuales no solo han sido la salvación para muchos comercios, si no una novedad para muchos compradores que aún no se habían atrevido con el método online. Estos probadores ofrecen múltiples ventajas: la comodidad de hacer tus compras desde el hogar, no tener prisa y hacer capturas de pantalla que luego compartir con amigos y familiares para pedir opiniones.

Pero ¿qué pasará cuando pasemos la emergencia sanitaria y todo vuelva a “la normalidad”? Esa es la gran incógnita. Probablemente algunos de nuevos hábitos de compra cambien y muchos de los que antes no usaban el método online, ahora lo hagan en más ocasiones. Puede que incluso para algunos esa sea, a partir de ahora, su forma favorita de comprar.

Viendo cómo la tecnología ha supuesto algo decisivo para la supervivencia de muchos negocios, toca poner en valor los servicios virtuales.