El plan de redes sociales tiene como objetivo utilizar las redes sociales como medio para realizar estrategias de marketing o respaldarlas. Esto da lugar a generar estrategias y contenido usando las redes sociales como herramientas para marketing y publicidad, entre otros ejemplos. El plan de redes sociales concreta los planes de acción y objetivos que se pretenden conseguir con la realización de dicho plan.
Además, las redes sirven más que como herramienta para estrategias de marketing y/o publicidad. También proporcionan resultados fácilmente medibles, son eficaces generadores de leads, aportan a la imagen de la marca, también se pueden adaptar estrategias de ventas, etc. Además, que son un medio clave y rápido para contactar con otros usuarios de la red, ya sean otras marcas, consumidores, u otros.
Llevar a cabo estos planes sirve de gran ayuda para captar la atención del público objetivo. También permite gestionar en cuáles de las redes donde se desarrollan dichos planes funciona mejor. Además, ayuda a concretar el tipo de contenido compartido, verificar la eficacia de la actividad del perfil, fomenta la relación con la audiencia, etc.
Cómo realizar un Plan de Redes Sociales
Análisis del estado actual
Antes de embarcarse en una nueva estrategia de redes, se debe agrupar la información respecto a las redes usadas y estrategias hasta el momento.
Esta información será útil para tener en cuenta el resultado de decisiones anteriores, pudiendo reincorporarse. También puede servir a la hora de barajar múltiples opciones, como abrir un nuevo perfil de empresa o enfocarse solo en una red social.
Dentro de este análisis se encuentra también el estudio de la audiencia actual y la competencia. Estudiar a la audiencia actual, y al nuevo público que se adquiera, permitirá idear formas de llegar mejor a ellos, identificar sus intereses, etc. En cuanto a la competencia, lo más seguro es que hagan uso de las redes sociales y, por tanto, generen sus propias estrategias y contenidos.
Definir objetivos del plan de redes
Al igual que todo tipo de estrategia y planificación, se realiza con el fin de alcanzar unas metas. Por esa razón, marcar objetivos realistas y de interés es clave, permitiendo que todos los esfuerzos se puedan coordinar para conseguir los propósitos establecidos.
Los objetivos pueden variar según las necesidades de la empresa, marca o negocio. Algunos ejemplos pueden ser:
- Dar a conocer una marca: las redes son una manera segura de llegar a distintos usuarios. Esto hace posible generar una mayor conciencia de la marca, pudiendo posicionar a la misma.
- Aumentar visualizaciones y/o seguidores: actualmente es muy normal que las empresas tengan sus propios perfiles digitales y, por tanto, busquen llegar a más usuarios.
- Superar a la competencia: implementar las ideas y estrategias adecuadas a las redes para posicionarse por encima de otras marcas.
- Reforzar las medidas aplicadas: a veces no se trata de implementar un nuevo plan, sino de mejorar o fortalecer el actual.
- Fomentar la lealtad: cuidar y mejorar la relación con el público interesado y los clientes.
- Fomentar el feedback: conseguir una mejor interacción con los usuarios para obtener opiniones e información útil.
- Conversión de la audiencia en clientes: un objetivo muy específico es conseguir que ciertos seguidores de los perfiles de la marca acaben siendo clientes de esta.
Planificar y establecer las acciones que se deban tomar
Ya recogidos los datos útiles y marcados los objetivos, llega el momento de marcar unas pautas y actividades a seguir.
Para empezar, se escogen las plataformas donde se aplicará la estrategia que se vaya a realizar, y se profundiza sobre ellas y comprueba su funcionamiento.
Se realizan uno o varios planes de acción en las redes escogidas. Se idea y valora el contenido que se vaya a generar y se escogen las opciones que ofrecen las redes (promociones, sorteos, reels, u otros). Se proponen y escogen los KPI más interesantes para dicho plan, lo que ayudará a medir los resultados y que dicha planificación funcione correctamente. A su vez se escogen las herramientas que se utilizarán y qué es necesario para su correcto desarrollo.
También es importante, a cada acción que se vaya a tomar, atribuirle una fecha concreta para asegurar su realización y mantener un orden.
Es también útil preparar un plan alternativo en caso de error, fracaso o ineficacia durante el desarrollo del plan de acción. Permitiendo prever posibles problemas o encontrar soluciones a posibles problemas.
Implementación, optimización y mantenimiento
Una vez redactado y acordado el plan a seguir, se lleva a cabo y ejecuta, teniendo en cuenta todo lo anterior mencionado y actuando en consecuencia.
No obstante, dicha estrategia debe ser vigilada y gestionada para seguir su correcto funcionamiento y estar atento a los resultados.