La importancia de definir tus valores como empresa

Definir tus valores como empresa es muy importante ya que éstos actúan como una guía para los empleados, inversores y consumidores. Los valores aportan credibilidad y confianza, y ayudan a identificarse con la empresa. Sin ellos, todos estos individuos esenciales se sentirían desorientados.

Qué son los valores de empresa

Los valores de empresa guían a todos sus miembros a la hora de tomar decisiones y saber cómo realizar los procedimientos. Definirlos ayuda a que toda la empresa esté orientada hacia los mismos objetivos y forma de actuar.

Otra manera de referirse a estos valores es valores empresariales o valores corporativos.

Además de ser fundamentales para que toda la empresa camine hacia la misma dirección, también permiten:

  • Crear una identidad que distinga e identifique a tu negocio dentro del mercado.
  • Inspirar y motivar a los trabajadores que se sienten en línea con esos valores.
  • Proyectar una imagen adecuada al exterior y colaboradores.

Ejemplos de valores empresariales

Algunos de los valores más repetidos y básicos son:

  • Trabajo en equipo: Priorización del trabajo en equipo antes que el individual. Para evitar así el individualismo y fomentar la gestión común y el sentimiento de unidad.
  • Honestidad: Realizar cualquier acción desde la honestidad (publicidad, venta, atención, etc). La honestidad se demuestra también con la transparencia.
  • Innovación: Búsqueda constante de nuevas formas y mejora en los productos, servicios y procesos de nuestra empresa.
  • Competitividad: El objetivo de liderar el mercado.
  • Servicio al cliente: Definir la prioridad de la atención al cliente, el trato dado, los tiempos de atención, etc.
  • Desarrollo de los trabajadores: Implicación de la empresa en el desarrollo profesional de sus trabajadores. Se demuestra facilitando formaciones, oportunidades de ascenso, etc.
  • Calidad: Definición de la prioridad de la calidad de los productos, servicios o procesos. No es lo mismo “ofrecer calidad” que adquirir un compromiso con ella, pues implica dedicar recursos exclusivamente a la mejora de la misma y establecer unos mínimos.
  • Responsabilidad social: La implicación y preocupación de la empresa por el bienestar social, el cuidado y mejora del medioambiente, el desarrollo de la comunidad, etc.

Estos son solo algunos ejemplos. Hay valores casi infinitos, pues cada empresa determinará los suyos propios según sus objetivos y filosofía.

Cómo definir los valores de tu empresa

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Sean cuales sean los valores a definir de tu empresa, deben ser coherentes con los valores del o de los dueños de la empresa, deben ser aceptados y seguidos por todos los trabajadores. La empresa y todos sus miembros realmente deben creer en ellos.

Para encontrar cuáles son estos valores, debemos plantearnos una serie de preguntas.

¿Qué cualidades son las que admiras en otras personas?
¿Qué motivaciones hay detrás de la creación de la empresa?
¿Cuáles son los pilares de la empresa?
Si la empresa fuera un individuo, ¿cómo sería?
¿Qué aspectos de nuestra actividad son los prioritarios?
¿Qué es lo más importante a la hora de tratar a tus trabajadores? ¿Y a los clientes?

Por si te sirve de orientación, te presentamos dos modelos establecidos para definir tus valores como empresa.

El modelo de liderazgo de Blake y Mouton

Se diferencian dos fortalezas:

  • Las fortalezas orientadas a personas (nutren la “positividad”). Confianza, Respeto, Camaradería, Comunicación, Diversidad de Valores, Optimismo, etc.
  • Las fortalezas orientadas a resultados (nutren la “productividad”). Liderazgo de Equipo, Recursos, Toma de Decisiones, Proactividad, Responsabilidades, Objetivos, etc..

Este modelo nos ayuda a categorizar todos los valores que se nos ocurran en estas dos ramas. Así podremos, por ejemplo, medir que ambas categorías queden compensadas o darnos cuenta de que nuestros valores se centran más en una u otra.

El modelo triaxial de Simon L. Dolan

Este modelo se basa en un valor central: La Confianza. Una confianza introspectiva (autoconfianza) y colectiva (confianza en los demás). Sin ambas el resto de valores carecerán de sentido al no poder desarrollarse adecuadamente.

Una vez tenemos la confianza, el resto de valores pueden encajarse en estas tres categorías:

  • Los económico-pragmáticos. Puntualidad, Organización y Orden, etc.
  • Los emocionales o de desarrollo personal. Creatividad, Optimismo, Superación, etc.
  • Los ético-sociales. Respeto, Justicia, Igualdad, Honestidad, etc.

Para seguir leyendo sobre valores de empresa te recomendamos nuestro artículo “El valor de sostenibilidad para tu marca”.