Cuando grabamos una imagen con una cámara: corregir el color es alterar sus colores para adecuarlo más a su uso final.
Al producir o grabar un vídeo: la cámara obtiene una imagen según la situación de luz, composición, colores predominantes y una infinidad de factores. Al revisar este vídeo en un ordenador (en la etapa de postproducción) podemos alterar los colores (como un filtro para una foto).
Existen muchos motivos para corregir el color de una imagen. Puede ser para ajustar los colores a los que habían originalmente en la escena. O para darle un toque artístico o siniestro (dando más oscuridad por ejemplo).
Este episodio de Black Mirror habla de redes sociales y una imagen falsa, y usa un tono pasteloso para la imagen: para resaltar el mensaje.
Puede parecer un trabajo simple pero no es el caso. De hecho en las grandes producciones existe un trabajo completo de una persona llamada «colorista» y que trabaja solo para corregir el color.
Si tienes una escena que está muy iluminada y en la misma escena hay un corte y de repente está oscuro, no tiene sentido. Esta falta de continuidad visual es muy destacada por nuestro ojo y es una prioridad corregirlo.
Cuando hablamos de que una imagen o vídeo tiene un color impresionante es que el uso de él el color ha sido muy acertado. Más intensidad de color (saturación) no es siempre el caso: lo importante es hacerlo fiel a nuestros objetivos.