Un target (diana en inglés) es un término común en marketing y comunicación para referirse al tipo de individuo o segmento al cual nos dijimos.
Cuando tenemos claro el segmento de la población, el target al cual nos dirigimos, podemos empatizar con él y diseñar mejor comunicación o marketing.
Por ejemplo:
El target de la publicidad es: los niños de entre 6 y 10 años para promocionar nuestro juguete infantil.
Nuestro objetivo sería, por lo tanto, alcanzar y convencer a este target, a este segmento de la población.
Realmente se puede ser tan específico o genérico como queremos para un target. Lo que ocurre si somos genéricos es que alcanzamos más gente pero con menor profundidad (o posibilidad de convencer). Si lo hacemos a una precisión mayor, seremos más efectivos, pero alcanzaremos menos usuarios.
Si queremos promocionar nuestro «gazpacho»:
Podemos hacer una campaña nacional comentando "lo bueno que es" (genérico) o dirigirlo a Murcianos (específico) y decir "menudo calor tenemos aquí toma este gazpacho".
En realidad siempre recomendamos hacer ambos si recursos y presupuestos lo permiten, inclinándonos ligeramente por el más específico por la saturación de contenido genérico de anuncios. Usar contenido de «stock» de empresa (genérico) junto a lo más específico es lo mejor.
Detrás de nuestra estrategia de marketing, en algunos casos podemos segmentar hasta 50 target distintos de nuestra audiencia, para entender perfectamente sus gustos y preferencias. Con paid media y las redes y plataformas actuales, cada vez es más fácil sentar un target para tu estrategia de marketing.