El Bias o preferencia de Atractividad es la tendencia de percibir de manera más positiva a la gente atractiva comparada con las personas poco atractivas.
A pesar de ser un error, esto está muy unido a nuestra forma de pensar como personas. Eso sí, la atractividad en parte muy subjetiva, pero está presente. Se ve a la gente «atractiva» como más inteligente, más competente y «superior» y es algo que se aprovecha en todas las industrias. Por ejemplo en los anuncios de televisión. Incluso los CEOs más atractivos reciben más atención que los poco cuidados. Incluso en los juicios, el atractivo también está demostrado ser un factor desgraciadamente condicionante, aunque sea un poco. Además, en los votos en política, es un factor considerado.
Desde el punto de vista biológico, las personas son atractivas cuando irradian salud, fertilidad y confianza. Factores como el cuidado personal, la simetría, la voz… Son factores biológicos de atracción innatos y distintos en todas las culturas. Los factores de atracción varían considerablemente de una cultura a otra. Considerar el sesgo de atracción (target) en los contextos de diseño que implican imágenes de personas, como el marketing y la publicidad.
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