C2C es una abreviación que se utiliza para referirse al término “Consumer to Consumer”. Cuya traducción al español es “Coumidor a Consumidor”.
Como su propio nombre indica, el C2C es un modelo de negocio donde los consumidores comercian entre ellos. Por tanto, la actividad comercial y las transacciones son realizadas entre los propios consumidores. Usualmente, debido a su comodidad y ventajas, es común encontrar dicha actividad de forma online.
Existen espacios digitales especializados en este modelo para hacer posible dicha práctica, y también empresas especializadas en este modelo. Esto permite a cada individuo poder desarrollar relaciones comerciales particulares y ejecutar acciones comerciales en cualquier momento y lugar. Todo esto excluyendo a la marca que produjo el producto con el que se comercializa.
¿Cómo surge el método C2C?
Lo más común actualmente es el contacto entre usuarios a través de un portal digital, web o similares. Estos usuarios publican y promocionan sus productos y se hacen cargo de las transacciones. De modo que los propios usuarios son los que manejan las relaciones con otros, negocian, venden y compran. Las empresas y web, especializadas en este modelo de negocio, facilitan la resolución de dichas actividades.
Características
- Cómodo: es más sencillo para los individuos involucrados en el desempeño de actividades comerciales.
- Accesible a cualquier persona.
- Variedad extensa de productos y fácil localización.
- Diversidad asequible de precios: los precios están, comúnmente, por debajo de los precios dados en pequeñas empresas tradicionales. También hay un mayor margen de ventas.
- Disminución del control de la calidad: en este modelo es difícil regular la calidad de los productos. Dado que los usuarios no son los productores originales y algunos productos pueden ser de segunda mano, entre otros.
- No siempre las plataformas tienen un sistema de pago adecuado al usuario. Esto es porque algunos sistemas no permiten pago con tarjeta de crédito.
- Mayor situación de clientes estafados.