¿Qué es la comunicación persuasiva?
La comunicación no es solo una necesidad y una acción natural entre las personas, también puede convertirse en una herramienta muy útil. Una comunicación bien orientada puede ser crucial a la hora de captar clientes, despertar curiosidad, e influenciar; este es el caso de la comunicación persuasiva. Consigue manejar la atención e interés del receptor mediante una buena argumentación y una actitud adecuada.
Es importante diferenciar qué persuasión no es lo mismo que la manipulación. La manipulación consigue cambiar las intenciones y pensamientos. La persuasión no obliga y además busca un beneficio tanto por parte del persuasor como el persuadido.
Las intenciones de la comunicación persuasiva podrían dividirse en cuatro:
- Un trato adecuado: una buena comunicación persuasiva es capaz de adaptarse según el receptor a quien va dirigido el mensaje.
- Conocimiento general: se debe conocer lo mejor posible el contenido del mensaje. De este modo se evitarán fallas en la información y resultará más sencillo comunicarse.
- Cordialidad: la comunicación debe ser sincera y respetuosa. Mentir o faltar podría matar la relación establecida o que se pretende establecer.
- Intencionalidad: aunque es obvio, y ya lo hemos mencionado, se debe ser consciente de qué y cómo se comunica. Teniendo claros los objetivos para lograr la forma adecuada de alcanzarlos. Es importante tener en mente el beneficio del receptor, solo así se le puede comprender y ayudar correctamente
¿Para qué sirve la comunicación persuasiva?
Cualquiera puede ser convincente en una conversación o puede hacer que un tema resulte atractivo. No obstante, cuando se es consciente del manejo del lenguaje y sus consecuencias, es más fácil lograr el impacto e impresión buscados. Esto permite un mejor control sobre la forma de comunicarse, además de que genera relaciones mejor establecidas.
Una comunicación persuasiva en una empresa permite descifrar los intereses de un cliente y aprovecharlos.