Es común necesitar descargar algo (por ejemplo, una foto o vídeo) de cualquier página web o red social que nos encontremos. No sería posible hacer una guía de cada página web y cómo descargar esa foto o vídeo en específico. Lo que sí que podemos estudiar son patrones de todas las que hemos visto y desarrollar una guía universal que recopile todas ellas. Se trata de una especie de guía universal o “Kit de herramientas” para aplicar cuando sea necesario. Podemos imaginar esta guía como un conjunto de pasos progresivos para ejecutar o aplicar sobre la web hasta conseguir descargarla. Irán de los más sencillos, “limpios” o que preservan la máxima calidad, hasta los más genéricos y no tan potentes, pero que “nunca fallan”.
Los motivos por los cuales quieres descargar foto o vídeo de una página web son múltiples y no vamos a preguntar. Recuperar algo que has subido y no encuentras en tus archivos o simplemente para estudiar cosas que puedes ver en Internet. Pero debemos recordar que muchos archivos están sujetos a derechos de autor. Por lo tanto, cosas que no son suyas no se deberían extraer.
Aquí tienes la misma guía de producción como tutorial en formato de vídeo.
El “guardar como” no falla
Las fotos o vídeos que se muestran en tu página siempre son unas descargadas en tu dispositivo. Esto implica que hay múltiples métodos para poder extraer los datos de esta página web. Los archivos no se guardan en extensiones extrañas, suelen ser fotos o vídeos que podemos guardar para posterior uso. Lo complicado es cómo acceder a ellos.
Las páginas más sencillas, el clic derecho y «guardar imagen» o «abrir imagen en una nueva pestaña» es la primera cosa que se tiene que probar. Esto se suele hacer acercando el ratón a la zona donde tienes la imagen haciendo clic derecho sobre ella (intentando pillar una zona de la superficie de esa imagen) y «guardar como«. Si no te deja, «abrir este elemento en una nueva pestaña» es otra alternativa. Una opción adicional que tenemos es simplemente coger esa imagen, intentar seleccionarla con nuestro ratón, simplemente presionando sobre ella y arrastrando sobre una nueva pestaña para poder aislar el elemento.
Ten en cuenta que cuando guardas una imagen tiene que tener una extensión común de las imágenes. No puede tener un .HTML o extensión rara. Tiene que acabar en .JPG .GIF o .PNG y un vídeo en un formato nativo como .AVI o .MP4.
Lo que suele ocurrir es que los programadores de las páginas web en muchos casos usan técnicas para esconder estos elementos y que no se puede hacer este método sencillo. Algunas de las técnicas qué emplean es por ejemplo colocar elementos transparentes encima de las imágenes para poder evitar que la gente las extraiga directamente.
Mirar el código fuente
Si no somos capaces de extraerlo visualmente, siempre podemos acceder al código fuente. Esto dependiendo del navegador es distinto, pero casi todos emplean una técnica similar. Aquí lo vamos a enseñar en Google Chrome. Lo que tienes que hacer es intentar seleccionar ese elemento que quieres extraer y en el caso de Google Chrome «inspeccionar elemento».
Con el visor del código fuente te van a salir textos, palabras y formatos que quizás no conozcas, pero esto no debería ser un problema. Lo que tú estás buscando es un tipo de archivo que termina en una extensión común de las imágenes o vídeos que queremos extraer. Es decir, en este caso estamos buscando un jpg como puedes ver aquí. Lo podemos ver entre todas las líneas del código.

Una nota: Casi todos los blogs que usan una CMS de WordPress emplean el mismo tipo de carpetas para poder ver las imágenes. Suele ser «wp-uploads» como podéis ver en nuestro propio blog. Esto simplemente te lo va a hacer más fácil porque si lo haces a menudo encontrarás patrones de dónde se guardan las imágenes en las distintas páginas web.

Casos más complejos: Instagram
En el caso de Instagram, por ejemplo, es un poco más difícil que verlo simplemente leyendo. Hay una sección especial en Google Chrome dentro de la consola para inspeccionar el código fuente que se accede dándole al menú de Network y buscando los tipos de archivos. En esta imagen tenemos seleccionados cualquier archivo que sea una «img«, es decir, una imagen. Pero, por ejemplo, si quisimos extraer vídeo de una publicación de Instagram o de cualquier página web, simplemente dándole a «media» podemos ver los elementos que conforman la página web y cuáles son medios o sea imagen audio o vídeo.
Nota, en algunos casos se debe refrescar la página con la consola abierta o incluso reproducir el vídeo para forzar que se descargue.
Extensiones y páginas especializadas
Otro método relativamente sencillo es el uso de extensiones o incluso páginas web donde introduces un enlace y te permite descargar cualquier elemento, ya sea una foto o un vídeo. Esto en realidad es una copia a los pasos anteriores, lo único que se ha automatizado todo para hacerlo sistemático. Aquí podéis ver la descarga de una extensión de Google Chrome, la cual rastrea cualquier elemento visual como una foto o un vídeo y te los permite descargar de cualquier página web.

Este método acelera la descarga, ya que no se hace de manera individual. Muy útil si esto lo haces en varias ocasiones de manera repetitiva. También debes considerar que no siempre se extraen con la máxima calidad. Otra opción alternativa es otra página web la cual te permite introducir un enlace y este se escanea y descarga rastreando todos los elementos visuales.
No vamos a dar enlaces a ninguna extensión o web, ya que puede infringir derechos de autor y no queremos asociarnos a ninguna.
La última opción: Grabar la pantalla
Quizás no sea el método que más preserva la calidad de la imagen, pero nunca falla. Si tú, por ejemplo le das a «imprimir pantalla» en el teclado, extraerá una imagen de tu pantalla el momento en el que está ahora mismo. Esto implica que se puede usar para simplemente recortar una imagen que estás viendo y tener esta imagen en tu escritorio.
O por ejemplo, grabar la pantalla con vídeo y tú reproducirlo es un método que no va a preservar toda la calidad pero funciona. La calidad va a depender al final de la resolución de tu monitor, pero sí que puede funcionar. De nuestra parte, un consejo para que puedas preservar la máxima calidad posible es hacer que esa imagen esté en el mayor tamaño posible o vídeo. Cuando haces la captura la pantalla, recorrerás más superficie de la pantalla y, por lo tanto, extraerás más calidad. No intentes hacer una captura de una imagen que se vea muy pequeña, intenta ampliarlo lo máximo posible.