Contratar una agencia es un buen paso para dar a conocer su marca en Internet. Una presencia digital es fundamental para cualquier negocio a día de hoy. En este momento, la gran mayoría de los clientes comprueban en cierta medida un producto o servicio en Internet, paso previo a plantearse su compra.

Hemos debatido si es mejor tener un equipo interno que gestione toda esta actividad, un freelancer o una empresa contratada. En el caso de guiarse por una empresa o freelancer, hemos planteado una lista de consideraciones previas o avisos. 

Principalmente analizando los problemas que los clientes han descrito trabajando con nosotros. Desde retener usuarios y contraseñas, engaños y costes elevados. 

Dan Garantías imposibles

Empresas que prometen colocar su negocio número 1 en Google, triplicar sus seguidores en 1 mes… Esto no es posible de manera “natural”. Se puede invertir en publicidad que apunta a esas cifras, pero garantizarlo no es posible

Cualquier agencia de marketing digital y SEO de calidad no puede decir eso. Esto se debe a que aunque las estrategias y trabajos funcionan, Google y las redes sociales están cambiando y evolucionando constantemente. Ni los propios empleados de Google conocen cómo funciona este algoritmo en su estado completo, mucho menos pueden garantizar estos resultados.

No hay trabajos previos o no se actualizan

El SEO, marketing digital y comunicación cambian constantemente. Y aunque una agencia pueda tener resultados pasados, a menos que sean recientes, pierden mucha credibilidad. Pida ver ejemplos de trabajos actuales, del último medio o año completo.

Si una agencia no puede presentar su portafolio bien, entonces suelen ser razones como estas:

  • No poseen suficiente experiencia o tiempo ejerciendo trabajos
  • Han sido populares pero quedado desfasados, aprovechando “viejas glorias”
  • No están en una buena posición de confianza con sus clientes

No explican qué van a hacer 

Usar terminología extraña y (aparentemente) compleja, es una táctica muy común para convencer a contratar una agencia. Una buena agencia no sólo sabe cómo hacer un buen trabajo, sino que también tiene la capacidad de educar con conocimiento a sus clientes en el proceso. Si venden comunicación, deben ser expertos en ello. 

Las razones por las que ocurren esto son varias. La más común es querer complicar con palabras algo simple, para que parezca que es fundamental contratar a estos “expertos”. Otra y peor es que realmente no saben explicarlo.

Existen muchas agencias (de tamaños muy variados) que subcontratan los servicios que prometen, a otros. Esto implica que realmente no lo dominan. Lo más común que hemos visto es producción audiovisual (grabar vídeos). No solo elevan el precio de la factura de sus servicios, sino que los hacen un intermediario que no capta toda la información. 

Las agencias con esta mentalidad argumentan que tienen miedo de decirle exactamente lo que están haciendo porque no quieren revelar su «fórmula secreta». La realidad es que observando la gran mayoría de empresas y buscando en internet, podrás (con tiempo) encontrar las respuestas. Lo que no está protegido con patentes, está en internet para uso libre. 

Cuentan su historia, no la de su negocio

Para empezar, destacar sólo lo que salió bien: no es positivo. Conocer qué salió mal, qué no funcionó y qué las lecciones se aprendieron: es tan importante cómo las victorias en sí. 

Sólo conocer la mitad de la historia es perjudicial para su negocio y su propio conocimiento.

Adicionalmente hemos observado agencias que “instauran” un sistema estándar para cualquier tipo de cliente. Una serie de plantillas, insertando los datos de un cliente sin mirar nada más.

Incluso hemos observado empresas que usan a sus clientes para hacer grabaciones o trabajos exagerados o innecesarios tan solo para llamar la atención. Sin realmente preocuparse por cuál es el objetivo final del cliente. 

Contratar una Agencia que controla sin compartir

Tener control total sobre todos los aspectos de la información, desde datos a inicios de sesión, es un riesgo enorme. Ni un empleado solo, ni una agencia por su cuenta debe poseer estos datos.

Si llegara el momento de tomar la decisión de cambiar de proveedor, una empresa poco escrupulosa puede literalmente retener esta información como «rehén». Y es una cosa que pasa muy a menudo. Nosotros hemos trabajado directamente con Google y Facebook para recuperar cuentas que tenían ex-empleados y no cedían.

Esto puede llevar a disputas legales que se extienden por meses, y en el peor de los casos, termina con la necesidad de crear nuevos accesos y añadir nuevos códigos de seguimiento a sus sitios.

La asociación es tan solo una transacción

Al contratar una Agencia es importante distinguir un socio de un proveedor. Confiar clientes y datos con su gestión a un externo, requiere de confianza.

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