Las fotos de tus platos marcan unos estándares y expectación que luego hay que cumplir. Obviamente la presentación al público debe cuidarse, pero la estética no es contraria a la sinceridad. Por eso es muy importante no caer en publicidad engañosa a la hora de hacer las fotos de tus platos.
Qué es la publicidad engañosa
La publicidad engañosa consiste en ofrecer información falsa sobre un bien o servicio con el objetivo de alterar el comportamiento del consumidor.
Otras formas de publicidad engañosa:
- La omisión de datos y características. Como costes adicionales, no incluir el IVA, productos complementarios, etc.
Por ejemplo, al anunciar un nuevo bocata, en la fotografía se muestra el bocata con patatas fritas y salsas. Pero estos acompañamientos no están incluidos y no se informa de ello en el anuncio, por lo que lleva a confusión. - Fechas de promociones falsas. Se hace con la intención de acelerar las compras, pero realmente el periodo de la promoción no es tan corto como se indicaba.
- Términos con doble significado que puedan confundir.
No vendas algo que no puedes ofrecer
Se trata de vender lo que tienes. Como dijimos al principio, la estética no es contraria a la sinceridad.
Está claro que a la hora de realizar nuestras fotografías usaremos técnicas para conservar mejor el producto durante la sesión. Por ejemplo, estamos haciendo las fotografías a un plato de tortitas, pero la miel se absorbe muy rápidamente y no conserva una buena textura. Para conseguir esa imagen y percepción de “miel recién añadida” se utiliza aceite de coche. Esta práctica es totalmente válida ya que nos estamos adaptando a las necesidades de la sesión fotográfica. Y nuestros clientes obtendrán en su plato miel recién añadida tal y como se muestra en la fotografía.
Siguiendo el ejemplo, publicidad engañosa sería añadir moras en la fotografía pero no ofrecerlas en la realidad.

Una cosa es buscar la estética y otra que el producto fotografiado y el real sean desiguales. Un claro ejemplo de esto son las fotos ofrecidas en negocios de comida rápida en las que se muestra una hamburguesa de gran tamaño, con grandes cantidades de ingredientes y buena presentación. La realidad es que son hamburguesas pequeñas, con poca cantidad y algo aplastadas. Tanto clientes como medios de comunicación han resaltado en muchas ocasiones este engaño.
La publicidad engañosa no solo está en las fotos de nuestros platos, sino también en el texto del anuncio. Como anunciar un plato hecho con “aceite de oliva” y es cierto que se usa aceite de oliva, pero la mayoría es de girasol. Esto sería también un engaño.
Consecuencias de hacer publicidad engañosa con las fotos de tus platos
Si los clientes crean unas expectativas que luego no se cumplen y se sienten engañados, deriva en una serie de comportamientos e ideas que queremos evitar.
- Malas reviews. Los clientes pueden ofrecer su mala opinión a través de nuestros canales de internet e influir en potenciales clientes.
- Desconfianza. Los clientes que se han sentido engañados sentirán desconfianza por tu restaurante y lo más probable es que no vuelvan. Esta mala experiencia también la transmitirán a su entorno cercano.
- Mala fama. Si son muchos los clientes descontentos y se genera una conversación en torno a tu negocio, éste adquirirá mala fama. Sanar eso es mucho más costoso que evitar llegar a este punto.
Como ves, realizar publicidad engañosa con las fotos de tus platos no trae ningún beneficio. Todos queremos vender y hacer prosperar nuestro negocio, pero debemos hacerlo desde la sinceridad. Por ello debemos tener cuidado con el límite del marketing, la estética y la verdad.
Si quieres seguir aprendiendo sobre fotografía, marketing y restaurante te recomendamos leer nuestro artículo «Convierte tu restaurante en un escenario para Instagram«.