Cómo hacer fotos a los platos de tu restaurante

Saber cómo hacer fotos a los platos de tu restaurante resulta clave para generar contenido visual llamativo. Lo que hará posible ganarse la atención y curiosidad de los clientes no solo hacia los platos, sino al propio restaurante también. Ya que los platos que sirve un restaurante, también definen a este, y es importante que eso se refleje bien en una imagen.

Por tanto, las fotografías deberán estar adecuadas a los objetivos del restaurante y deberán aprovechar el impacto visual de sus platos.

Dichas fotos podrán servir a modo de contenido para redes, web, diseño de menú, etc. Convirtiéndose así en una herramienta para el marketing y la comunicación del restaurante, entre otras posibilidades.

Consejos sobre cómo hacer fotos a los platos

Muchas veces es preferible solicitar los servicios de un profesional al respecto para generar dicho contenido. Ya que tendrá conocimientos y experiencias sobre cómo hacer fotos a los platos, siendo esta una opción a tener en cuenta. No obstante, también pueden salir fotos interesantes y de calidad prescindiendo de fotógrafo. Pero será necesario tener ciertos aspectos y consejos en cuenta para saber cómo hacer fotos a los platos de tu restaurante de la forma más adecuada posible para conseguir una mejor estética.

Tampoco hace falta tener un equipo de fotografía profesional para generar este tipo de contenido, actualmente hay teléfonos móviles capaces de proporcionar imágenes de calidad.

Ejemplos donde se pueden apreciar el correcto desempeño de estos consejos son las redes sociales de los restaurantes con los que trabajamos: Virens, El Invernadero y PaellaPower.

Preparar los platos para la fotografía

Para poder aprovechar al máximo el aspecto y presentación del plato, a la hora de tomarle la foto, esté recién hecho, a ser posible. Cuidando el emplatado y presentación.

Iluminación

Es preferible que la iluminación sea natural e indirecta, y las fotos deberán realizarse sin flash. Para aprovechar la luz natural, estas se pueden hacer cerca de una ventana, puerta, fuera del restaurante… Además, se tendrá que hacer la foto en el momento más indicado del día para sacar el máximo provecho a la luz.

No se debe exponer el plato tampoco a demasiada luz, ya que debemos evitar la proyección de grandes sombras.

Igualmente, no es necesario que la luz sea natural, solo es aconsejable, pero no es obligatorio y necesario para hacer una buena foto. Aun así, es un aspecto que deberá cuidarse para conseguir una correcta iluminación que destaque al plato.

Una mala iluminación dará como resultado platos con colores menos vivos, reflejos fuertes, sombras molestas que opacan aspectos del plato y lo oscurecen, etc.

Implementar técnicas fotográficas sencillas

Tener claros aspectos y técnicas básicas de la fotografía resulta casi imprescindible para saber cómo aprovechar el potencial de un plato. Algunos de los principios básicos son:

La profundidad de campo: consiste en el espacio nítido y enfocado en la fotografía. Destacando la distancia entre lo que está enfocado y lo que no. Lo que permite centrar la atención en los elementos enfocados sobre los que no lo están. Es una buena opción para resaltar detalles y texturas de los platos y/o sus ingredientes.

La regla de los tercios: consiste en una guía de composición que serviría para posicionar, en este caso, al plato en un tercio del espacio de la imagen (ya sea por la derecha o la izquierda). Lo que deja un espacio despejado en el que pueden aportar a la imagen otros elementos distintos al plato.

Juega con los ángulos

Cada plato tiene unas características y proporciona múltiples posibilidades y maneras de fotografiarlo. Por eso cada uno tiene sus propios ángulos, en los que se pueden resaltar mejor su forma, aspecto u otros detalles.

Por tanto, fotografiar un plato desde distintos ángulos ayuda a encontrar la imagen en la que este destaque más.

Controlar la distancia desde donde se toman las fotos

Del mismo modo que se deben probar distintos ángulos a la hora de realizar las fotos, las distancias desde donde se toman estas también son importantes. Cuanto más cerca, mejor se pueden apreciar ciertos detalles o es más fácil resaltar un aspecto concreto del plato. Pero cuanto más lejos, más posibilidad de incorporar elementos, jugar con los fondos, etc.

Limpieza y orden

Es fundamental que tanto el plato como donde se le toman las fotos estén limpios y cuidados. Algunos de los posibles imperfectos que perjudican al valor que se le pretende dar con la imagen al plato pueden ser: Una mancha en un mantel, un arañazo en un plato o ingredientes fuera del plato.

A su vez, esta limpieza debe reflejarse también en el entorno que rodea al plato, cuidando así el fondo. Estos fondos pueden ser neutros o jugar con otros elementos relacionados con los platos o el restaurante.

El restaurante también puede interactuar

Si bien para fotografiar un plato, este debe ser el protagonista, o al menos poseer un peso compositivo destacable en la imagen, no significa que no puedas sacar partido a tu restaurante también.

En la fotografía, mostrar aspectos del local puede ayudar a engrandecer la imagen del plato y el restaurante, pudiendo enseñar la decoración, diseño, u otros. Incorporando elementos que fomenten la buena impresión no solo del plato sino también del producto.

Cuidar los platos y su presentación

Que los platos reluzcan con cierto brillo acentúa la sensación de frescor de estos. Por esa razón es recomendable hacer uso de aceites, agua u otros condimentos que puedan otorgar dicha cualidad.

Pero también deben resultar platos distintivos, con características únicas acordes al restaurante. Por tanto, la decoración del plato y como se expone, es un aspecto que también se debe cuidar. Sabiendo aprovechar sus peculiaridades, como pueden ser el color, la forma, las texturas, …

Edición

No basta con saber cómo hacer fotos a los platos de tu restaurante, sino también saber editar dichas fotografías. Para mejorar algunos aspectos o potenciar la presencia del plato en la imagen, también se puede editar una vez tomada la foto.

Esto te permitirá solucionar problemas o aspectos mejorables que en el momento de la fotografía se pasaron por alto, entre otras circunstancias posibles.

La edición permite manipular la iluminación, ajustar el balance de blancos, aportar calidez o frialdad a la imagen, aumentar su contraste, saturar la imagen, … Un abanico de posibilidades que desde luego resulta de gran utilidad.